‘Paciente’ de Silvia Muñoz Los médicos (me incluiré en el término, aunque aún es pronto) trabajamos con estadísticas. Son nuestra barrera, fuerte y refugio. Nos respaldan cuando todo va bien y nos defienden cuando no. El año pasado conocí a un chico que, sin saberlo, me enseñó el verdadero valor de los porcentajes. Él había superado recientemente una enfermedad grave. Una de esas que marcan un antes y un después, que hacen que dejes de fumar, reinicies tu vida o empieces a ir a misa. Por entonces esperaba los resultados de 'x' prueba y estaba pendiente de una revisión 'y'. Él me gustaba, me importaba, y yo buscaba respuestas en las páginas de mi libro de hematología, pero sólo encontraba porcentajes. Porcentajes de complicaciones, porcentajes de recaída, porcentajes de superviviencia....Pero, ¿él iba a estar bien? Ninguno de aquellos estúpidos guarismos podía responderme la única pregunta cuya respuesta necesitaba conocer. Nunca supe el resultado de la prueba ...
Diario de un rotatorio y memorias de una bata.