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Ángeles caídos

'Ángel Caído' de Silvia Muñoz

Hay un tipo concreto de médico que me fascina. Edad media. Aplomo y sabiduría a partes iguales. Saber estar. Buen profesional, mejor humano. Escucha, asiente, educa, sonríe y acompaña. Hay muchos así. Llevan dentro la energía latente y la calma infinita del mar. Reaccionan con determinación ante las circunstancias más adversas, y ya han tenido suficientes vidas (y muertes) a su cargo como para comprender la importancia de los detalles más pequeños y el poder sanador de una caricia. Es el tipo de médico que algún día me gustaría llegar a ser. 
Ver a estos profesionales derrotados durante la pandemia, fragmentarse, descomponerse y llorar, me parte el alma. Es incongruente. Como si lloviera hacia arriba o hubiesen dado la vuelta a los relojes. Como ver ángeles caídos. 
Siento que la tierra ha cambiado el sentido de giro. Que vuelven los positivos y los ingresos, las cifras suben y el cronómetro cuenta los segundos hacia atrás. Hasta que estén las UCIs llenas, los hospitales solo vean neumonías y no haya números suficientes para contar las muertes que están por llegar. 
Y los ángeles caídos, agotados, volverán a llorar.

Comentarios

  1. Por obra y magia de internet he llegado a este texto que ha resultado ser delicioso entre lectura y lectura de esta tarde de verano. Gracias

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  2. Aunque sé que andas ahora al lío de la preparación, no puedo irme sin decirte, que me ha encantado tu texto... La eterna agobia de ver de rodillas al héroe que quieres ser. Un tragedia épica al menos.
    Y desafortunadamente tan cierta, real y palpable que duele...
    Espero que llegue el momento en que la sangre joven y llena de vitalidad aparezca en escena y recargue las baterías de los que han estado en el campo de batalla, al frente de la pandemia.

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